Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía tu Espíritu y serán creados.
Y renovarás la faz de la tierra.
Señor, por la luz del Espíritu Santo has enseñado al corazón de tus fieles.
En el mismo Espíritu ayúdanos a saborear lo que es correcto y regocijarnos siempre en tu consuelo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén.